Pequeñísimas revelaciones del Cielo:
Algunas cositas que podemos saber que hay en el Cielo. Aquí la cosa cambia, no habrá visiones de este indescriptiblemente maravilloso lugar porque Jesús dijo: “Ni el ojo vió ni el oído escuchó las maravillas que Dios tiene preparados para sus amigos en el Cielo”.
Catalina
(Misionera laica del Corazón Eucarístico de Jesús) Año 2003, Tomado de la Página Web: http://www.grancruzada.org/, con el imprimátur de: René Fernández, Arzobispo emérito de Cochabamba.
Catalina comentando la muerte de su hermano Carlos ocurrida veinte días antes que la de su madre, nos relata como su madre poco antes de morir veía personas, muchas de ellas fallecidas, madre a la que se le había ocultado la muerte de su hijo por lo delicado de su estado de salud y luego Catalina obtuvo de Dios la gracia de escuchar internamente la voz de su hermano en el cielo. Estas son sus palabras textuales:
Algunas cositas que podemos saber que hay en el Cielo. Aquí la cosa cambia, no habrá visiones de este indescriptiblemente maravilloso lugar porque Jesús dijo: “Ni el ojo vió ni el oído escuchó las maravillas que Dios tiene preparados para sus amigos en el Cielo”.
Catalina
(Misionera laica del Corazón Eucarístico de Jesús) Año 2003, Tomado de la Página Web: http://www.grancruzada.org/, con el imprimátur de: René Fernández, Arzobispo emérito de Cochabamba.
Catalina comentando la muerte de su hermano Carlos ocurrida veinte días antes que la de su madre, nos relata como su madre poco antes de morir veía personas, muchas de ellas fallecidas, madre a la que se le había ocultado la muerte de su hijo por lo delicado de su estado de salud y luego Catalina obtuvo de Dios la gracia de escuchar internamente la voz de su hermano en el cielo. Estas son sus palabras textuales:
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“Unos diez días antes de su muerte, mientras conversaba con mi madre, le había propuesto llevarla a la playa para que descansara unos días. Pero en ese período ella comenzó a decirme que “veía” a tal o cual otra persona (muchas que ya habían fallecido). Como tenía momentos en los que perdía la lucidez por su problema hepático, no le tomábamos en cuenta, hasta que dijo haber visto a mi hermano Carlos, quien le había contado que en el Cielo el mar era mucho mas grande y mas lindo que en la tierra”
“Unos diez días antes de su muerte, mientras conversaba con mi madre, le había propuesto llevarla a la playa para que descansara unos días. Pero en ese período ella comenzó a decirme que “veía” a tal o cual otra persona (muchas que ya habían fallecido). Como tenía momentos en los que perdía la lucidez por su problema hepático, no le tomábamos en cuenta, hasta que dijo haber visto a mi hermano Carlos, quien le había contado que en el Cielo el mar era mucho mas grande y mas lindo que en la tierra”
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“... Yo le había pedido al Señor saber como estaba el alma de mi hermano, que me permitiera sentir algo, y Él, en su infinita Misericordia, me permitió internamente escuchar la voz de mi hermano que me decía que estaba muy feliz. Tenía una alegría y un entusiasmo inusitados”.
“... Yo le había pedido al Señor saber como estaba el alma de mi hermano, que me permitiera sentir algo, y Él, en su infinita Misericordia, me permitió internamente escuchar la voz de mi hermano que me decía que estaba muy feliz. Tenía una alegría y un entusiasmo inusitados”.